En el mundo de la publicidad por el regalo no solo tenemos que tener claro el producto que necesitamos para una promoción y su rentabilidad. Debemos también analizar el uso que el público objetivo va a hacer de nuestro artículo publicitario e intentar que ese uso reporte el mayor número posible de impactos.

DESHINCHADOS

Si nuestra intención es utilizar los globos promocionales solo como un pequeño regalo, un detalle para los más pequeños, no habría inconveniente en que se entregara deshinchado. Incluso nos lo agradecerán los adultos al no tener que cargar con una voluminosa bola.

Globos publicitarios

Su marca se beneficiará si entrega los globos promocionales inflados a sus clientes, ya sea con aire o con helio.

Los inconvenientes de esta opción son fundamentalmente dos. La primera es que si le da un globo a algún niño lo querrá inflado ya mismo y, frecuentemente, alguno de los acompañantes tendrá que soplar para hinchárselo. La segunda es que el globo acabará siendo inflado en el domicilio y el número de impactos visuales sobre la marca se reducirán enormemente.

HINCHADOS
El globo promocional se convierte así en una pequeña valla publicitaria durante todo el trayecto hasta el domicilio. Esto es especialmente útil en ferias y eventos: cientos de globos paseando durante horas por el recinto, mostrando la marca e incitando a la visita del stand.

Uno de los problemas de esta opción es el trabajo y coste de inflar los globos. Si son de aire sería conveniente contar con un inflador eléctrico adecuado al volumen de reparto de los globos (los hay que pueden hinchar varios globos a la vez, facilitándonos enormemente el trabajo)

Otro de los inconvenientes es el que el público tenga que llevar encima un objeto que, aunque de poco peso, es bastante engorroso por su volumen; en una gran mayoría de los casos el globo será agarrado por la boquilla, con lo que quedará boca abajo, dificultando la visibilidad de la marca. En algunos casos acabará en una papelera después de haber sido explotado. Hay, pues, que facilitar un poco las cosas y para esto están las varillas, que incluyen un soporte que nos ayudará a la hora de cerrar el paso de aire del globo publicitario, y que mantendrán la marca alta y erguida.

El rellenado de los globos promocionales con helio sería otra opción, aunque sensiblemente más cara: inflar un globo de 25×32 cm. con helio nos costará un mínimo de 0,25 euros, pero también dará a nuestro regalo otra dimensión. Y es que pocas cosas fascinan más a un niño que el ver flotar un objeto en el aire. Tenemos entonces que entregarlos atados con un cordel fino o cinta, después de hacer el nudo a mano (la mejor opción)

RESUMEN

Los globos publicitarios pueden entregarse al público inflados o desinflados, pero le sacaremos más rentabilidad si los damos inflados, ya que así, además de funcionar como un obsequio, funcionará como una pequeña valla de publicidad que mostrará la marca y el mensaje a muchas personas.

Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso.   © Promología ®

Desarrollado por Hacermiweb